El estrés y el aburrimiento son los principales culpables de uñas de agarre para la mayoría de la gente. El hábito es a menudo una forma de aliviar la ansiedad o para mantener al menos una parte del cuerpo, mientras ocupaba la mente carece de interés. La frustración y la soledad son los desencadenantes emocionales adicionales que pueden conducir a morderse las uñas. Algunas investigaciones sugieren que los genes pueden jugar un papel.
Morderse las uñas de las manos también pueden ser un síntoma de una afección psicológica, como el trastorno obsesivo-compulsivo . Las personas que se lavan las manos varias veces en una fila o comprobar las cerraduras de las puertas delanteras compulsivamente también pueden morder sus uñas como parte del mismo espectro de comportamientos. Muchos niños que son mordedores de uñas también tienen otros trastornos psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno de oposición desafiante , trastorno de ansiedad por separación, o mojar la cama.
Regular morderse las uñas que causa graves daños a la uña y la piel circundante se puede considerar una forma de auto-mutilación, similar a los comportamientos de corte y afines.
